JÚBILO es un proyecto en estado embrionario que plantea otras formas de afrontar la vejez en la sociedad actual. Buscando un modelo sostenible de autocuidados, dónde el mayor no se vea apartado de la sociedad sino plenamente integrado y reconocido; interconectado con generaciones más jóvenes y con el mundo; activo y autónomo. Especialmente durante la pandemia hemos visto que los modelos actuales de residencias de ancianos o asistencia a domicilio no son formas sanas ni adecuadas de afrontar la vejez. Asimismo hemos experimentado como la superpoblación de las ciudades y el abandono del entorno rural no es sostenible. JÚBILO busca integrar estas dos problemáticas en una solución conjunta, que sirva de semilla para replantearse las formas actuales de habitar y relacionarnos. JÚBILO busca ser un modelo que pueda reproducirse en diferentes comunidades, manteniendo convenios con las universidades más cercanas al lugar y con el ayuntamiento de la zona a repoblar. Es un proyecto que integra repoblación, turismo activo-cultural, educación, cultura, decrecimiento y, sobre todo, autocuidados, imprescindibles para relacionarnos de forma sostenible entre nosotros y con nuestro entorno.
Población fija:
Los jubilados activo-culturales son una cooperativa de personas mayores que busca formas alternativas, activas, autónomas y sostenibles de afrontar su vejez, basada en la red de autocuidados. Cada persona o pareja cuenta con su vivienda independiente, pero más allá de verse aisladas generan, de forma colectiva, una red de autocuidados con espacios comunes auto gestionados. A esta población fija se pueden ir sumando familias jóvenes que ven en el entorno rural otras formas de criar a sus hijos.

Población itinerante:
Los jóvenes universitarios están de paso, realizando prácticas, aprendiendo en su hacer y aportando servicios especializados en el ámbito cultural, sanitario y agrónomo. Estos jóvenes transeúntes son turistas activo-culturales (concepto desarrollado por espacioGuia), generando un movimiento turístico alternativo y aportando frescura y conectividad a la población fija.

Habitar el territorio mutuamente:
Ambos grupos de población habitan activamente el territorio compartiendo saberes y haceres de forma intergeneracional. La población fija dignifica el lugar con su habitar atento, acogiendo a la población itinerante, que a través de ese habitar activo y sentido, es capaz de proporcionar soluciones frescas a las necesidades que van surgiendo.
