Declaro que el acto político más radical es el hacer cotidiano. De la comprensión sentida, autónoma y libre en el hacer cotidiano nace el cuidado, que se expande respetuoso y atento por todos nuestros cuerpos: individual, social y planetario.
El desarrollo social sucede a través del desarrollo individual. La sociedad es relación, relación entre tú y yo, relación entre nosotros. Toda revolución depende de cómo vivamos esta relación, y de si estamos realmente dispuestos a relacionarnos.
Para mi, estudiar arquitectura, mis experiencias laborales, estudiar música y danza o una conversación con un amigo o desconocido son formas igualmente importantes de desarrollar una comprensión sistémica, holística y relacional del mundo.